REFORMACIÓN.
Equilibrando para reformarme:
pongo tu voz en mi melancolía,
tus ojos bellos cual luz de mi día...
tus suaves manos para acariciarme.
En toda guerra te haré mi desarme
y en esos labios haré poesía
con besos nuevos color fantasía,
que sigan vivos después de matarme.
Serás amor en la cima del mundo,
desde mi ser al valor de la vida
y haré que crezcas a cada segundo.
Dejo a tus pasos mi huella perdida,
para qué encuentren el sueño profundo
de mi confianza por ti decidida.
Juan Guillermo Mora Peña.
Equilibrando para reformarme:
pongo tu voz en mi melancolía,
tus ojos bellos cual luz de mi día...
tus suaves manos para acariciarme.
En toda guerra te haré mi desarme
y en esos labios haré poesía
con besos nuevos color fantasía,
que sigan vivos después de matarme.
Serás amor en la cima del mundo,
desde mi ser al valor de la vida
y haré que crezcas a cada segundo.
Dejo a tus pasos mi huella perdida,
para qué encuentren el sueño profundo
de mi confianza por ti decidida.
Juan Guillermo Mora Peña.