lunes, 23 de abril de 2012

HUBO AMOR...

















HUBO AMOR…
(Juguimorpe, Octubre 8 de 2011)

Hubo un corazón muriendo de sequía a pesar de las aguas estancadas, porque la sed del alma es ambiciosa de otras cosas… de metáforas de vida, de llenar soledades eternas con fuentes en correría y voluptuosas cascadas, en manantiales rebosantes de caricias y esperanzas, donde cada gota que discurre es un sueño que se escapa a recopilarse con otros y crear la luz en el iris en unos ojos que amor deseaban del día a la madrugada.

Hubo más de un desacierto cuando se daba la calma con su frágil nobleza, con los adornos que la ilusión alcanza y con la emoción en fiesta por lo que representaba que la piel amada por lo menos te rozara, como fuego bendecido que entibiaba y diluía el hielo que invadía hasta la cama.

Hubo cenas inconclusas por la búsqueda de pretextos, para no terminar a solas en una hermosa velada que se soñó con vehemencia en cualquier aniversario, o en una noche de luna asomada en la ventana, por rendir culto a la noche que, con estrellas danzando, al mirarlas te exhortaban a entregarte como nunca… con pasión desorbitada por esa falta de afecto que al fin salía triunfando a pesar de tu emboscada.

Pero… hubo amor a tempestades, cuando las vanas promesas parecían pinceladas de un cuadro conmemorable del sentimiento profundo que tu risa le inspiraba; hubo amor en arroyuelos que, con serenas brisas poco a poco se formaba con el ímpetu triunfante que la paciencia proclama… y hubo amor a cuentagotas, cuando la falta de aire sin piedad atormentaba al pulmón de tanta dicha que ya en sus manos estaba y que dejó que muriera como si no fuera nada y hoy es una nueva vida para ambos a distancia, y sin saber uno del otro… la espera de otra semblanza…

Juguimorpe.

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